A la hora de poner en marcha un negocio no existen los sectores malditos. Aprender de los errores y fracasos de otros para reinventar un nuevo modelo puede ser un camino hacia el éxito.
Mortimer english club José Ignacio Pascual es el encargado de la expansión en España de esta enseña de academias de inglés. La inversión inicial para convertirse en franquiciado oscila entre 30.000 y 50.000 euros, según el acondicionamiento del local.
Que levante la mano aquel que haya aprendido a leer antes que a hablar. Un sistema de aprendizaje de un nuevo idioma tan simple y evidente con éste fue lo que animó a José Ignacio Pascual a convertirse en máster franquiciado de Mortimer English Club, una enseña que nació hace más de veinte años en Alemania, donde cuenta con 350 franquiciados, y está presente en 23 países. Desde que llegó a España en 2011 de la mano de este emprendedor, la cadena ha abierto ocho centros, a los que se sumarán cinco más a lo largo de este año.
No hay sector maldito
Pascual era muy consciente del panorama al que se enfrentaba siendo la cara de esta enseña. La mala gestión de otras marcas como Opening English o Wall Street dedicadas a la enseñanza de inglés han alimentado la suspicacia tanto de alumnos como de proveedores sobre estas academias: «Al principio nos preocupó, pero después de conocer la empresa, decidimos arriesgarnos. Es un sector muy maduro y cubre una necesidad que aún sigue latente en el mercado».
En 2010, Nacho de Pinedo puso en marcha el Instituto Superior para el Desarrollo de Internet (ISDI), y como Pascual, no cree que existan sectores malditos, «de la misma manera que no hay buenas ideas de negocio que necesariamente vayan a triunfar. Como siempre, la clave está en la ejecución y en escoger el buen momento. Por ejemplo, que Opening haya fracasado estrepitosamente no niega que existe un enorme mercado de personas ansiosas por aprender idiomas. Simplemente hay que atacarlo de otra manera». De Pinedo menciona marcas como Busuu, que maneja millones de clientes que aprenden idiomas online, y otros como los supermercados online: «En este sentido, Alice fue un proyecto con una ambición adelantada a su época y que no consiguió sobrevivir, pero eso no significa que otros proyectos como Ulabox estén creciendo de manera sostenida».
Una de la ventajas de emprender en un sector que ha vivido las duras y las maduras es que se puede aprender de los éxitos y evitar caer en los mismos errores. Vicente Arregui, director ejecutivo del área de emprendedores de ESIC, explica «que supone una oportunidad extra para el aprendizaje. Cualquier proyecto que se inicie debe partir de la diferenciación, por eso hay que recurrir al márketing desde la génesis, identificar qué valor aporta para captar clientes». También señala que es clave pensar en la empresa como un ser vivo, «un plan de negocio no es algo inmóvil».
Néstor Guerra, profesor de la EOI, tampoco cree que las malas referencias sean un freno para emprender: «Hay negocios que tienen tracción y que la van a mantener. Lo interesante es reinventarlo y segmentar el mercado para ser diferencial». Y, en el caso de los negocios que están empezando, este experto destaca el papel que desempeñan los primeros clientes: «Ellos son los evangelizadores del producto, cuya experiencia va a atraer a nuevos consumidores. Por eso hay que conocer sus demandas, por qué están satisfechos o descontentos para no perderlos».
Tampoco hay que descuidar al proveedor y, «si se trata de un ámbito que no goza de buena prensa, la mejor manera de ganarse su confianza es pagándole al contado, directamente a paquete entregado», asegura Guerra. En su opinión, «no hay mejor cosa que aprender de los errores, pero es preferible hacerlo a través de los errores de otros. Si quieres hacer algo diferente es muy importante analizar porqué han fallado los que te precedieron».
Hoja de ruta para triunfar
* Analiza el modelo de negocio de tus predecesores para no caer en los mismos errores.
* Gánate a los clientesy los proveedores,ellos son los mejores evangelizadoresde tu nueva empresa.
* Huye de estrategias inmovilistas. Permite que el modelo empresarial evolucione al ritmo que le marque el mercado.
* Nunca te confíes. El éxito inicial no es una garantía que evite caer en errores futuros.
Fuente: http://www.expansion.com/2014/02/17/emprendedores-empleo/emprendimiento/1392655072.html
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