Coworking Benidorm (Alicante), les anima a leer este artículo a cerca de los motivos que tiene la población para emprender.
Apenas un 13% de los profesionales en el mundo son felices en su trabajo según una encuesta de Gallup. El hastío laboral y el desenganche con la propia empresa se combaten cada vez más emprendiendo.
Si el trabajo que haces tiene sentido más allá de tu remuneración; si dominas y amas aquello en lo que te ocupas; si los hechos concretos demuestran la capacidad de tu empresa y sus directivos para lograr que te sientas respetado y apreciado; si te ves como parte de un equipo; si llevas la motivación al extremo, te preocupa de verdad tu empresa y dar lo mejor de ti mismo, voluntariamente, por propia elección; si trabajas de forma excelente, incluso cuando nadie te ve… Además de ser muy afortunado, perteneces a una selecta hermandad laboral en la que milita apenas el 13% de los trabajadores del mundo. Según Gallup, este es el porcentaje de enganchados a su empresa en 142 países. Los enganchados –mucho más que comprometidos– son aquellos profesionales “que trabajan con pasión y están plenamente conectados con su compañía. Impulsan la innovación y ayudan a la organización a moverse en la dirección correcta”.
Se diferencian de los “no comprometidos”, que vegetan en su trabajo sin energía ni pasión, y de los “activamente desenganchados”, desgraciados laborales que actúan en función de su infelicidad minando los logros de los enganchados. Son profesionales desconectados emocionalmente de sus puestos y con una predisposición cada vez menor a ser verdaderamente productivos.
Vivimos en una era única, en la que debemos estar decididos a buscar la felicidad a través del trabajo, en vez de resignarnos a pasar ocho horas diarias –o más– en un empleo que no nos aporta nada, y esto lleva a que cada vez más gente cambie el estado de frustración y queja constante por la búsqueda y creación del propio empleo.
Un odio relativo… Puedes odiar un mal trabajo, pero también puedes aborrecer el mejor de todos si no pones algo de tu parte. Reinventa tu profesión cíclicamente o estás perdido. Construye y enriquece tu trabajo día a día y nunca idealices las expectativas. Corres el peligro de diseñar tu empleo soñado haciéndote una composición de lugar diferente a la realidad.
Ten presente que la felicidad en el trabajo no está en la actividad que se realiza: debes conocerte a ti mismo, saber cuáles son tus conocimientos y habilidades. Debes realizar lo que sabes hacer y aquello con lo que disfrutas.
Saca partido del hastío laboral. Una mala experiencia profesional puede ser tu oportunidad para dar un salto cualitativo en el autoconocimiento.
Pregúntate las razones por las que no te gusta tu trabajo; o por qué hay quien encuentra puntos de gratificación en la misma actividad que tú aborreces. La experiencia negativa de un trabajo del que te sientes desenganchado puede llevarte a encontrar puntos de aprendizaje y de maduración.
Puede servirte el hecho de ser capaz de ver los resultados de tu trabajo. Buscar aspectos positivos que ahora no aprecias te posiciona frente a un puesto que no te gusta y puede ayudarte a darle cierto sentido. Visualiza tu empleo y reorganízalo para que se adapte a ti. Aporta algunos toques personales que tengan que ver con la forma en la que ves y desempeñas tu actividad. Servirá para ganar control sobre lo que haces.
Prueba a centrarte en aquello en lo que puedes actuar y cambiar; comprométete sólo a aquello que puedas cumplir y mantener, porque una de las causas de estrés e infelicidad es fallar en un compromiso adquirido; busca la información veraz en tus jefes y toma la responsabilidad de conocer lo que ocurre en tu trabajo. No te limites a quejarte de que no recibes información sobre lo que pasa en tu compañía: busca los datos que precisas para trabajar eficazmente.
Crea tu propio empleo. Si estás cansado de tu empresa y de tu actual puesto y buscas un cambio, ten en cuenta que lo que has hecho siempre para tratar de encontrar un empleo está obsoleto. Si necesitas un trabajo, lo más eficaz puede ser que lo inventes:
Fabrica tu marca. Debes pensar como un proveedor de servicios. Todos somos empresarios aunque estemos trabajando por cuenta ajena.
Adáptate a las nuevas fórmulas de trabajo. Ya no se habla de puestos, sino de creadores de ideas y de valor, que pueden funcionar en una organización o por su cuenta. Puedes trabajar por proyectos, o acercarte a las fórmulas de empleo independiente que transforman la manera en la que se entienden nuestras carreras y profesiones.
Con el multiempleo puedes desarrollar tu jornada laboral en varios trabajos compatibles e independientes que garantizan la posibilidad de contratar a profesionales por un tiempo determinado y en función de ciertos proyectos que de otra manera no se podrían permitir.
Y si no eres de los que siguen patrones prefijados ni buscan las mismas soluciones que el resto; si ves oportunidades donde otros advierten problemas; si los retos te espolean; si valoras la ruptura, y tu propósito es crear algo que antes no existía, tienes el perfil de los que se deciden por convertirse en emprendedores.
Lo que de verdad puede seducirte
– El ‘enganche verdadero’ –’engagement’– no tiene que ver con el sueldo. El sostenible y el que dura se estimula cuando las personas creen en su empresa y en su marca, y cuando la compañía confía también en ellos.
– Es necesario que haya bidireccionalidad y que los profesionales sientan que se confía en ellos, dándoles responsabilidad e implicándoles en las decisiones.
– No basta con crear lugares de trabajo espectaculares y originales. No se trata de hacer grandes inversiones que crean un falso ‘engagement’. Las compañías deben ser conscientes de que motivara las personas es también importante en la era de la escasez, cuando no es posible invertir en cierto tipo de prácticas y políticas. No puede decirse que ahora no es el momento para esto, pensando en que sólo cuentan los resultados.
El índice Gallup’ de la felicidad en el trabajo
1Sé perfectamente qué es lo que se espera de mí en la organización.
2Dispongo de todos los medios que necesito para desarrollar mi trabajo.
3Tengo cada día la oportunidad de hacer lo que mejor sé hacer.
4En los últimos siete días he recibido un reconocimiento por mi labor profesional.
5Mis jefes y supervisores me tratan como a una persona.
6Hay aspectos de mi trabajo que favorecen mi desarrollo personal y profesional.
7Mis opiniones cuentan.
8La misión de mi compañía hace que mi labor me haga sentirme importante.
9Mis colegas están reconocidos por realizar un trabajo de calidad.
10Tengo un buen amigo en mi trabajo.
11En los últimos seis meses alguien en mi compañía me ha hablado acerca de mi carrera y desarrollo profesional.
12En el último año he tenido oportunidades de aprender y crecer profesionalmente en mi organización.
Fuente: http://www.expansion.com/2013/10/16/emprendedores-empleo/emprendimiento/1381949663.html
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